¿Cómo nos diferenciamos de la competencia?
Seguramente todas o casi todas las organizaciones se han hecho esta pregunta en algún momento de su vida; unas lo habrán hecho al inicio de su actividad y otras lo hacen periódicamente, pero la pregunta es obligatoria.
La respuestas son variadas:
- Diferenciación por precio - ofrecer el producto más barato.
- Diferenciación por calidad - ofrecer el mejor producto.
- Diferenciación por tipo de producto - ofrecer un producto único, sin competencia.
Todo en el mundo empresarial se puede copiar, hasta el modelo de gestión; pero existe una cosa inimitable, que puede proporcionarnos esa ventaja competitiva duradera: Las personas.
Cada persona:
- Es única.
- Trabaja de una determinada forma.
- Tiene una forma de pensar diferente a cualquier otra.
- Y, sobretodo, tiene un talento propio e inimitable.
Por esto mismo recomiendo invertir en personas. Debemos buscar y seleccionar a las mejores, darlas formación para aprovechar todo su potencial, y sobretodo, debemos tratar de mantenerlas en nuestras empresas, ya que si ellas se van, se irá nuestra ventaja competitiva.
Y por si a alguien le quedaba alguna duda... os cuento algunos datos que he encontrado leyendo en diferentes estudios y encuestas:
- Resulta 3 veces más caro para una empresa realizar una nueva contratación que retener alguno de sus activos más valiosos.
- Se necesitan hasta 6 meses para que un empleado nuevo llegue a adquirir la productividad adecuada en un trabajo.
- Se necesitan 18 meses para integrarlo a la cultura de la empresa.
- Transcurren 24 meses hasta que el nuevo miembro del equipo conoce realmente la estrategia y la actividad de la empresa en la que trabaja.